miércoles, 19 de agosto de 2015

"La secta de los valientes". Un artículo que he publicado en el Diario La Rioja por medio de la Fundación Pioneros.

Me ocurrió este verano pasado cuando cogí un autobús para ir de Chipiona a Rota. Todos los asien­tos tenían cinturón de seguridad, pero nadie los usaba. Y he de confesaros que, aunque siempre me lo pongo en el coche y en los autobuses, en aquella ocasión, al ver que nadie lo utilizaba y que el trayecto era corto no me lo puse. Una vez más y muy a mi pesar me había incorporado a “la Secta de los valientes”. `[...]

Hace tiempo que dejé esta “secta de los valientes” y no precisamen­te para ser un cobarde. La dejé porque no me gusta que me pre­sionen ni mi intimiden para hacer algo que no quiero; la abandoné porque como solamente tengo una vida no quiero arriesgarla en estupideces; y me marché porque descubrí que esos “valientes” que me presionaban en nombre del coleguismo y la camaradería no eran amigos, sino enemigos por­que: ¿qué clase de amigo te puede animar a poner en riesgo tu vida? Prefiero estar solo a tener estas compañías ruinosas. En fin, que desde hace algunos años he entrado a formar parte del grupo de valientes que se atreven decir NO a las insinuaciones de esos co­bardes que he catalogado como “la secta de los valientes”, y des­de aquí os animo a dar ese paso, a tener el valor necesario, porque muchas veces para decir NO hay que ser mucho más valiente que para dar el terriblemente sencillo SÍ de los cobardes.

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