viernes, 18 de noviembre de 2016

“Ignorar la filosofía anula el espíritu crítico de los jóvenes”. El pasado jueves, Día Mundial, es una buena fecha en la que los expertos recuerdan que es fundamental que vuelva a los planes de estudios.

Todos los niños sin excepción hacen preguntas. Es la base del aprendizaje. Y la filosofía consiste en hacerse preguntas. El 28 de noviembre de 2013, el Congreso de los Diputados aprobó en España una de las leyes más polémicas para la educación: que la filosofía solo sería obligatoria en primero de bachillerato. Medida que se consiguió gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular y que ha provocado que desde entonces muchos docentes y alumnos se hayan movilizado para evitar que los fundamentos del pensamiento occidental salgan del aula. Este jueves, tercero del mes de noviembre, está señalado por la UNESCO como el Día Mundial de la Filosofía, una jornada ideal para recordar su importancia. ¿Cómo es posible que un Gobierno pueda hacer esto a su población más joven? ¿Cómo es posible que a alguien se le haya ocurrido desterrar de los planes educativos algo tan básico y tan útil como es la filosofía?

Para muchos catedráticos, la filosofía no debería ser una asignatura, debería ser el leit motiv de la enseñanza desde el principio hasta el final ya que es fundamental para la construcción del pensamiento y de la cultura saber qué pensaron quienes nos precedieron. No solo sirve para entender el pasado, sirve para entender el presente en todos los ámbitos. Sirve para comprender a los políticos (es tarea difícil, pero con filosofía menos), una exposición de arte gótica, barroca, de lo que sea. Sirve para comprender una obra literaria. Sirve para vivir, para disfrutar.
[...]  ¿Para qué nos sirve la filosofía?

“La filosofía sirve ante todo para reemplazar el vergonzoso utilitarismo individualista actual, cuyo mayor responsable es la economía pervertida de la especulación financiera, por la solidaridad generosa y gozosa de la socio-economía reorientada al servicio equitativo de las necesidades domésticas de todos los ciudadanos", responde Bardón. "A la luz de la justicia distributiva, Europa dispone de los medios necesarios para salir de la crisis socioeconómica del utilitarismo individualista que tiene puestas de rodillas a nuestra juventud, a nuestra clase media y a nuestro cuarto mundo y que día tras día recoge los desechos humanos del desempleo”.

Fuente: elpais.com

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